Nuestra administración de justicia penal realmente es muy vulnerable por las diversas críticas que se han realizado por expertos juristas y comunicadores sociales, entre otros, que van desde el sistema carcelario hasta connotadas sentencias de casos muy sonados que conlleven los lógicos comentarios de la sociedad. Esta se encuentra
sometida a una serie de pruebas que dudo mucho sean superadas en la actualidad,
debido a una seria falta de interés en voluntad de cambio en la adopción de una verdadera política criminal para su buen orden y progreso. Digo que no puedan ser superadas por ser mejorías a muy corto y
mediano plazo, que en la práctica jamás se han implementado y son muy sencillas de aplicar.
Tan sólo veamos lo ocurrido con la reciente implementación del cambio normal de horarios y días de despacho de los Tribunales al trabajar los lunes y martes, lo cual causó tal caos, que afortunadamente se dieron cuenta y recularon, porque ahora han implementado un horario especial laboral (temporal y reducido) desde las 8:00 a.m. hasta la 1:00 p.m., que iría a
regir partir del pasado lunes 13 de junio de 2016 hasta el próximo viernes 24 de junio de
2016. Veremos si no hay cambios de último momento, como suelen ocurrir, que algunos descifran como la llamada justicia de ensayo y error. Hoy hay menos colas.
De las pruebas que el destino le ha puesto a la administración de justicia penal venezolana, entre ellas, tenemos no sólo a las construcciones y proyecciones soñadas como la otrora denominada Ciudad Judicial Lebrun que se iba a materializar al este de la ciudad de la gran Caracas, que a la final no resultó en nada, sino me refiero a las puntuales remodelaciones a las infraestructuras físicas donde funcionan los Tribunales Penales de la República Bolivariana de Venezuela, me refiero a los Tribunales en Funciones de Control, de Juicio y de Ejecución y en las Cortes de Apelaciones del Circuito Judicial Penal que integran cada Estado.
Lamentablemente los déficits son enormes y van desde el espacio físico adecuado para que las partes procesales tengan la comodidad que se requiere, desde una ejemplar y amplia mesa de trabajo con sillas para la lectura de los expedientes hasta el correcto acondicionamiento e iluminación del despacho del Juez, para que sea un sitio armónico, equilibrado y con los implementos mínimos necesarios que debería tener un despacho que va brindar justicia a los administrados como lo son un buen escritorio que estuviera conectado a la red del sistema de justicia juris o como se llame o quieran ponerle un nombre llamativo. Me refiero a un funcional escritorio, en cumplimiento a la Ley de Infogobierno, que tenga un equipo de computación, es decir, con hardware avanzado en velocidad y memoria y programa de computación (software libre y con estándares abiertos) con interacción que pudiera el Juez desde dicha plataforma realizar las sentencias correspondientes a los casos que van en su Tribunal y la inmediata publicación en la web oficial de su Circuito Penal. Así como una buena biblioteca jurídica que debería ser brindada por el Poder Judicial para que tenga todo el material a la mano, me refiero a los libros de doctrinarios venezolanos y extranjeros y a las jurisprudencias en línea que son excelente material de trabajo.
Una locación, un Tribunal. No deberían haber destinado el espacio físico que vemos existe a más de un Tribunal. Si el Poder Judicial estuviera construido con la arquitectura y diseño apropiados, pues no veríamos que en un mismo espacio físico de por lo menos 60 u 80 m² aproximadamente hay varios Tribunales (hasta diez o más) que funcionan en forma simultánea. Sobre todo, actualmente los vemos en los llamados Tribunales Itinerantes, que imagino yo se crearon bajo la temporalidad de resolver una situación muy puntual debido al volumen de trabajo en determinadas áreas.
De las pruebas que el destino le ha puesto a la administración de justicia penal venezolana, entre ellas, tenemos no sólo a las construcciones y proyecciones soñadas como la otrora denominada Ciudad Judicial Lebrun que se iba a materializar al este de la ciudad de la gran Caracas, que a la final no resultó en nada, sino me refiero a las puntuales remodelaciones a las infraestructuras físicas donde funcionan los Tribunales Penales de la República Bolivariana de Venezuela, me refiero a los Tribunales en Funciones de Control, de Juicio y de Ejecución y en las Cortes de Apelaciones del Circuito Judicial Penal que integran cada Estado.
Lamentablemente los déficits son enormes y van desde el espacio físico adecuado para que las partes procesales tengan la comodidad que se requiere, desde una ejemplar y amplia mesa de trabajo con sillas para la lectura de los expedientes hasta el correcto acondicionamiento e iluminación del despacho del Juez, para que sea un sitio armónico, equilibrado y con los implementos mínimos necesarios que debería tener un despacho que va brindar justicia a los administrados como lo son un buen escritorio que estuviera conectado a la red del sistema de justicia juris o como se llame o quieran ponerle un nombre llamativo. Me refiero a un funcional escritorio, en cumplimiento a la Ley de Infogobierno, que tenga un equipo de computación, es decir, con hardware avanzado en velocidad y memoria y programa de computación (software libre y con estándares abiertos) con interacción que pudiera el Juez desde dicha plataforma realizar las sentencias correspondientes a los casos que van en su Tribunal y la inmediata publicación en la web oficial de su Circuito Penal. Así como una buena biblioteca jurídica que debería ser brindada por el Poder Judicial para que tenga todo el material a la mano, me refiero a los libros de doctrinarios venezolanos y extranjeros y a las jurisprudencias en línea que son excelente material de trabajo.
Esta oficina o despacho del Juez también debe tener un buen
sistema de aire acondicionado, una silla ergonómica, para que la persona que
lleve a su cargo el Tribunal, se sienta sumamente cómodo al trabajar. Además
del material indispensable necesario que llevan los expedientes como son hojas
de papel bond y buenos archivadores. Aunque por ecología y modernización digital, los expedientes deberían en un futuro ser llevados en formato
electrónico en una base de datos del propio Tribunal. Que más adelante le
comentaré.
Tanto el Secretario como los Escribientes, Archivistas y
demás funcionarios como Alguaciles y otros que laboran en los distintos Palacios de Justicia, deben tener sus espacios propios con buenos equipos para trabajar con
holgura, la intimidad y privacidad que cada locación por sus características de
trabajo deba tener.
Una locación, un Tribunal. No deberían haber destinado el espacio físico que vemos existe a más de un Tribunal. Si el Poder Judicial estuviera construido con la arquitectura y diseño apropiados, pues no veríamos que en un mismo espacio físico de por lo menos 60 u 80 m² aproximadamente hay varios Tribunales (hasta diez o más) que funcionan en forma simultánea. Sobre todo, actualmente los vemos en los llamados Tribunales Itinerantes, que imagino yo se crearon bajo la temporalidad de resolver una situación muy puntual debido al volumen de trabajo en determinadas áreas.
En el Palacio de Justicia de Caracas, lo coloco a título de
ejemplo, porque la idea estuvo basada en una brillante iniciativa para colocar a
la Administración de Justicia Penal Caraqueña en un verdadero pedestal, cuya
imponente estatua de Simón Bolívar que vemos al inicio de la conocida Avenida Bolívar, quienes transitamos
diariamente por esta infraestructura, nos dice e imagina el norte que debería nuestra mente, tener este
gran inmueble. Recordemos los innumerables pensamientos de El Libertador que nos infunden notable respeto y admiración por la profundidad que siempre lo caracterizó, al dejarle al mundo sus mensajes que hoy nos sirven de inspiración, para no quedarnos callados ante lo que ocurre a la vista de todos, al parecer sin reclamo y con cierta abnegación.
Un Palacio que nunca se terminó, porque las infraestructuras metálicas
del techo
cuyas curvaturas hoy no vemos, pues o se las llevaron o nunca quisieron
completar
esta magnífica obra arquitectónica, cuya entrada hoy vemos, y pasamos peatonalmente, que sirve sólo para los
ciudadanos
imputados que tienen un proceso penal seguido en su contra y en vez de una medida privativa judicial de libertad, se le ordenó un alterno régimen de presentación y que deben hacer una cola en la
entrada para cumplir regularmente con esa medida cautelar sustitutiva de libertad
establecida nuestra principal ley adjetiva, el Código Orgánico Procesal Penal (COPP), medida que es impuesta sabiamente por el Juez y donde su incumplimiento acarrea ciertas consecuencias.
El traslado de los detenidos en el Palacio de Justicia, he visto que se hace por la primigenia entrada o por debajo del edificio con los transportes de los procesados, en una forma bastante particular. Lo cual me llama la atención de quienes transitamos algunas veces en vehículo o en transporte público por lo que se conocía con el antiguo estacionamiento Tuy, vemos que hay funcionarios armados para evitar cualquier tema de seguridad que se vea comprometida o cualquier posible escapatoria de estos ciudadanos para frustarla, ya que el sitio se presta para interpretaciones, propio para una emboscada de los secuaces de una banda delictiva para intentar recuperar a uno de los miembros de su banda, por lo oscuro y tenebroso que todos sabemos es.
El traslado de los detenidos en el Palacio de Justicia, he visto que se hace por la primigenia entrada o por debajo del edificio con los transportes de los procesados, en una forma bastante particular. Lo cual me llama la atención de quienes transitamos algunas veces en vehículo o en transporte público por lo que se conocía con el antiguo estacionamiento Tuy, vemos que hay funcionarios armados para evitar cualquier tema de seguridad que se vea comprometida o cualquier posible escapatoria de estos ciudadanos para frustarla, ya que el sitio se presta para interpretaciones, propio para una emboscada de los secuaces de una banda delictiva para intentar recuperar a uno de los miembros de su banda, por lo oscuro y tenebroso que todos sabemos es.
Los Tribunales en el Palacio de Justicia tienen varias escaleras mecánicas y ascensores que no funcionan, igual que los baños para el público que no tienen agua y que también, huelen bastante mal. Y ni que decir de las dificultades para las personas con discapacidad al ingresar en este Palacio (dejando a un lado el artículo 31 de la Ley para Personas con Discapacidad del año 2007). Esto no puede ser. Lo que hay es un incumpliendo con las normas de la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), así como las reglamentaciones técnicas sobre la materia provenientes de los organismos respectivos, relativas a la accesibilidad y transitabilidad de las personas con discapacidad. Sino véanse las normas COVENIN 3655:2001: Accesibilidad de las personas al medio físico. Edificios. Pasillos y galerías. Características generales. COVENIN 3656:2001: Accesibilidad de las personas al medio físico. Edificios. Rampas fijas. COVENIN 3657:2001: Accesibilidad de las personas al medio físico. Edificios. Escaleras.
Vemos que no se pensó en las personas que llegan con vehículos de motor y su estadía a este formidable Palacio que alberga muchísimos Tribunales. Una verdadera falta de planificación. Visto el crecimiento desmedido de la criminalidad en la región capital y reitero, la falta de planificación urbanística que en vez de enfocarse en la comodidad de todos los usuarios, lo que hace ser un gran calvario poder estacionar y luego asistir a este inmueble.
También, se les pasó en pensar en tener estacionamiento dentro del Palacio con espacios exclusivos para vehículos que transporten o sean conducidos por personas con discapacidad físico-motora, ubicados inmediatamente a las entradas de las edificaciones o ascensores, en las cantidades que la ley o norma al respecto establezcan. La gente lo que hace es tratar de dejar al pasajero en las cercanías.
Vemos que no se pensó en las personas que llegan con vehículos de motor y su estadía a este formidable Palacio que alberga muchísimos Tribunales. Una verdadera falta de planificación. Visto el crecimiento desmedido de la criminalidad en la región capital y reitero, la falta de planificación urbanística que en vez de enfocarse en la comodidad de todos los usuarios, lo que hace ser un gran calvario poder estacionar y luego asistir a este inmueble.
También, se les pasó en pensar en tener estacionamiento dentro del Palacio con espacios exclusivos para vehículos que transporten o sean conducidos por personas con discapacidad físico-motora, ubicados inmediatamente a las entradas de las edificaciones o ascensores, en las cantidades que la ley o norma al respecto establezcan. La gente lo que hace es tratar de dejar al pasajero en las cercanías.
Con esto quiero llamar a la reflexión a las personas que hoy
ostentan cargos involucrados con la directiva de la administración de justicia
penal caraqueña, para que tomen cartas en el asunto, y mejoren todos estos
detalles que van a beneficiar a todos los que trabajamos en el mundo jurídico
capitalino.
Un detalle que también quería mencionarles es que en los Tribunales en Funciones de Control, específicamente son los que están en el largo pasillo de mezzanina que recorre este
edificio rectangular, vemos que son largas las horas que tanto personas
detenidas como abogados y funcionarios públicos estamos en esta instalación. Siendo que las audiencias a veces no se celebran a la horas pautadas como sí pasa en los estrictos tribunales laborales, no
hay sillas de espera. No hay un buen sistema de aire acondicionado central que mejore las
condiciones y medio ambiente de trabajo y tampoco hay los sitios adecuados para
que los detenidos esperen en forma cómoda justo al lado del Tribunal donde se va a realizar su acto. Una cosa es que los suban cuando sean llamados para la audiencia y otra, la larga espera que a veces ocurre cuando son subidos y no se hace a tiempo la audiencia.
Otro aspecto es el la seguridad y el uso de armas de fuego por parte de los funcionarios policiales, que en teoría deben ser dejadas al entrar al edificio porque hay un control para estos fines. He visto funcionarios de seguridad con potentes armas largas custodiando a varios detenidos, lo cual si bien es cierto, a veces es muy necesario, por el personaje que es llevado al Tribunal para ser interrogado o para hacerle la respectiva audiencia, no es menos cierto que otros funcionarios policiales que van a ser sus declaraciones o el trabajo que le sea requerido u otros de seguridad no portan las correspondientes armas de fuego dentro de estos pasillos. Esta situación me llama la atención, visto que algunos si portan las armas a simple vista y otros funcionarios, no las portan. Entonces ¿qué significa ese control férreo del armamento que debe existir en la entrada lateral de este Palacio de Justicia?.
Otro aspecto es el la seguridad y el uso de armas de fuego por parte de los funcionarios policiales, que en teoría deben ser dejadas al entrar al edificio porque hay un control para estos fines. He visto funcionarios de seguridad con potentes armas largas custodiando a varios detenidos, lo cual si bien es cierto, a veces es muy necesario, por el personaje que es llevado al Tribunal para ser interrogado o para hacerle la respectiva audiencia, no es menos cierto que otros funcionarios policiales que van a ser sus declaraciones o el trabajo que le sea requerido u otros de seguridad no portan las correspondientes armas de fuego dentro de estos pasillos. Esta situación me llama la atención, visto que algunos si portan las armas a simple vista y otros funcionarios, no las portan. Entonces ¿qué significa ese control férreo del armamento que debe existir en la entrada lateral de este Palacio de Justicia?.
Esta
magnífica entrada, que
jamás debió haber sido compartida la otra mitad del edificio su ala
norte por
otras instituciones públicas, vemos que está comprometida en
estacionamientos de motos y vehículos y que los alrededores del Palacio,
lo único que hay es
basura y pisos en franco deterioro, con charcos y olores fétidos.
Lamentablemente
denuncio la situación porque quienes transitamos diariamente por allí, a
través
de nuestros sentidos de la vista y del olfato, pues sufrimos estas
calamidades que venimos a pie desde la Avenida Universidad.
Destaco la gran variedad de locales
comerciales que funcionan en este mismo edificio, a pocos metros de la entrada, los cuales se supone
en teoría no debió haberse permitido que esto ocurriera, pero si ya están
funcionando así, donde queda la seriedad del Poder Judicial Caraqueño. Porque en otros edificios, no lo he visto.
Cuando un importante (o famoso) detenido es llevado o trasladado al Palacio
de Justicia, sorpresivamente, es decir, sin aviso, cierran las calles aledañas a esta infraestructura y ubican temerosos brigadas anti motines con la Guardia Nacional Bolivariana. Qué incomodidad
tan grande y estupidez sonora, al tener que dar toda la vuelta y entrar por la Avenida Lecuna a pie, porque pudiera ocurrir algo malo. De ser así, por la inmensa cantidad de tipos bien peligrosos que son veteranos matones de oficio y jefes de bandas que los llevan diariamente, pues que cierren todos los
alrededores del Palacio de Justicia en forma indefinida y para siempre.
Una adecuación en esta temporal entrada lateral a las
modernas tecnologías de información que el mundo moderno hoy reclama, debería
ser la instalación de un registro informático de todos los usuarios y asiduos
visitantes de este Palacio de Justicia. Porque recordemos que en el juicio oral y
público, cualquiera puede entrar a presenciarlos, a menos que tengamos la natural reserva. Éste sistema biométrico, por ejemplo, pudiera ser muy sencillo, pero se
requiere una muy buena inversión en la plataforma tecnológica que sirva para
evitarnos esta desagradable espera, de algunos minutos, para varios abogados de
los que les digamos, o de varias horas para los visitantes a este imponente
edificio. Actualmente se entra por el lateral de este edificio en una
forma absolutamente irregular con colas y escaleras que se hacen en una entrada mínima
tanto para el público y funcionarios como abogados, siendo contrario a lo pautado por los creadores de la idea de esta magnífica obra, al hacer un verdadero Palacio de la Justicia, con una entrada diáfana, clara, de fácil acceso y con orgullo nacional.