miércoles, 22 de mayo de 2024

Sobre las Tácticas Dilatorias y Maliciosas de Abogados en los Procesos Judiciales. Parte 1

La justicia oportuna y eficiente es un pilar fundamental del Estado de Derecho. Sin embargo, en la práctica judicial, se observa con frecuencia el uso de tácticas dilatorias maliciosas por parte de algunos abogados, cuyo objetivo es retrasar injustificadamente el desarrollo de los procesos judiciales en perjuicio de las partes afectadas. El abogado combatirá por todos los medios lícitos, la conducta moralmente censurable de sus colegas, investidos o no de autoridad y "deberá hacer las denuncias pertinentes". Incurre en grave falta si "elude el cumplimiento de este deber, observando una actitud pasiva, indiferente o complaciente", dice nuestro Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano. 


Definición y Ejemplos de Tácticas Dilatorias Maliciosas


Las tácticas dilatorias maliciosas se caracterizan por la utilización de recursos legales o procesales de forma indebida, con el único propósito de obstaculizar el avance normal del proceso judicial. Entre los ejemplos más comunes de estas tácticas, se encuentran:


  • Presentación de recursos infundados con el solo objeto de entorpecer la secuela del juicio.
  • Presentación de procedimientos legales innecesarios, con el solo objeto de retardar la secuela del juicio.
  • Cuando ha ocurrido algún error o impostura mediante el cual se beneficie injustamente y se aproveche de la ventaja que podría tener al respecto.
  • Solicitud de diligencias de investigación innecesarias o irrelevantes.
  • Interposición de incidentes dilatorios por supuestas necesidades del procedimiento que a la final, no son tales.
  • Inasistencia o falta injustificada a las audiencias debidamente notificados con suficiente antelación.  
  • Retraso injustificado en la entrega de documentos o informes.
  • Utilización de un lenguaje ambiguo, confuso o enredado, así como hacer aseveraciones o negaciones falsas, citas inexactas, incompletas o maliciosas en los escritos. sobre este particular la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia se ha pronunciado en varias sentencias para determinar la astucia supuesta del abogado que utiliza el contenido de una decisión, que no tiene nada que ver con el verdadero sentido y alcance de la misma, utilizando un párrafo de lo que el Tribunal Supremo ha dicho no se debe hacer, como si fuera la demostración palpable de su tesis a favor para desvirtuarla.
  • Planteamiento de objeciones, revocaciones, excepciones o cuestiones previas fuera de lugar, qué son mero asunto de cobro de honorarios profesionales a su cliente. 
  • Interposición de recursos contenciosos o de nulidad, sin fundamento o razonamiento.
  • Prolongación innecesaria de los interrogatorios o declaraciones de testigos o peritos.
  • Solicitud de aplazamientos sin causa justificada a los actos importantes del proceso, como por ejemplo, actos de imputación en sede fiscal. 
  • Ejercer actos que puedan calificarse de dolosos.
  • El hacer uso de recusaciones injustificadas, sólo a los fines de quitarle de las manos a ese funcionario judicial el expediente, para luego hacer otras solicitudes o actividades que puedan retrasar u obstaculizar el normal curso del proceso, a sabiendas de qué va a volver ese expediente al funcionario original o primigenio cuándo se decida la recusación, pero que inescrupulosamente lo hacen, para ganar tiempo.


Consecuencias de las Tácticas Dilatorias Maliciosas


El uso de tácticas dilatorias maliciosas genera graves consecuencias para el sistema judicial y las partes involucradas en los procesos, entre ellas:


  • Retraso injustificado en la resolución de los casos, lo que genera incertidumbre jurídica y afecta el acceso a la justicia, ya que toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, dentro del plazo razonable determinado legalmente cómo lo dice nuestra Carta Magna. Todos los procesos judiciales tienen lapsos establecidos en las leyes adjetivas, en particular en el proceso penal, tenemos el Código Orgánico Procesal Penal, como la ley rectora sobre los lapsos y términos que, efectivamente, por este uso indiscriminado de tácticas, lo retrasan. Igualmente, en el Código de Procedimiento Civil, pasa lo mismo. Existen tiempos razonables para cada actividad. Pero, por estas tácticas dilatorias, los procesos no terminan dentro de esos lapsos. Obsérvese cuánto tarda un procedimiento desde la fecha del inicio en el modo de proceder, llámese flagrancia, denuncia, querella o acusación privada o un escrito de demanda, por ejemplo, hasta la culminación con una sentencia definitivamente firme, ¿cuántos años pueden pasar cuando ocurren estas actividades?.
  • Aumento de los costos procesales, lo que perjudica económicamente a las partes.
  • Generación de desconfianza en el sistema judicial.
  • Perjuicio material, y hasta moral y psicológico para las partes afectadas, quienes sufren daños económicos, además de estrés, ansiedad y frustración.
  • Congestión judicial y saturación de los Tribunales, ya que en Venezuela, sabemos no existe una Ley de Mediación, en la cual sea obligatorio agotar la utilización de este medio alternativo de resolución de conflictos y por ello, la gente acude directamente a los organismos jurisdiccionales para buscar justicia.


Marco Legal Esencial: Ley de Abogados (1967) y Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano (1985) y Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza Venezolana (2015).


El Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano, establece a grandes rasgos, que el abogado debe actuar con diligencia, buena fe y lealtad procesal. Prohíbe el uso de tácticas dilatorias o dilatorias maliciosas y establecen sanciones ejemplarizantes en la jurisdicción disciplinaria para aquellos abogados que incurran en estas conductas reprochables, tales como, la suspensión del ejercicio de la profesión de tiempo, como 3 meses de sanción, o por ejemplo, un año, dependiendo de la gravedad del hecho.


En este sentido, el abogado, insisto, debe actuar con mucho respeto, probidad y lealtad procesal, evitando el uso de tácticas dilatorias o dilatorias maliciosas que puedan retardar injustificadamente el curso normal del proceso. La conducta del abogado se ajustará a las reglas del honor, de la dignidad y de la delicadeza propia del hombre correcto, honesto y decente, dice nuestro Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano. 


La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, cuando analiza y descubre algo sospechoso, ha reaccionado y ha enviado lo conducente tanto a la Fiscalía del Ministerio Público como al Tribunal Disciplinario de los Colegios de Abogados para que se haga la investigación correspondiente y el abogado tenga el derecho a la defensa, a los fines de verificar, previo debido proceso, si es merecedor de una sanción o no.


A los Jueces les toca comprender el sentido de la justicia en cada caso, como un acto producto de la razón y contrario a la "arbitrariedad". Por ello, según el artículo 10 de su cuerpo normativo establece que las argumentaciones e interpretaciones judiciales deberán corresponderse con los valores, principios, derechos y garantías consagrados por la Constitución de la República y el resto del ordenamiento jurídico.


Llamado de Atención y Exigencia de Conducta Ética a los Abogados


Es necesario realizar un llamado de atención a la comunidad jurídica venezolana para que se actúe con ética y responsabilidad profesional, evitando el uso de tácticas dilatorias maliciosas que perjudiquen el desarrollo justo y oportuno de los procesos judiciales.


Los abogados deben ser conscientes de su papel fundamental en la administración de justicia y actuar siempre en defensa de los derechos e intereses de sus clientes, sin incurrir en conductas que obstruyan el acceso a la justicia y vulneren los derechos de las demás partes.


Medidas para Combatir las Tácticas Dilatorias Maliciosas


Para combatir las tácticas dilatorias maliciosas, se deben implementar medidas como:


  • Fortalecimiento de la formación ética y profesional de los abogados, incluyendo la capacitación en materia de ética procesal y resolución de conflictos.
  • Establecimiento de mecanismos más eficientes para la sanción de las conductas dilatorias, incluyendo la imposición de multas o en su extremo, la suspensión del ejercicio profesional, previa reforma del cuerpo normativo para imponer estas sanciones.
  • Promoción de una cultura de celeridad y eficiencia en el sistema judicial, mediante la implementación de plazos perentorios y la simplificación de los procedimientos, previa reforma del cuerpo normativo que esté involucrado.
  • Implementación de herramientas tecnológicas que permitan un seguimiento más eficaz de los procesos, como la creación del expediente electrónico judicial, audiencias virtuales, que se están haciendo. Se está empezando con esta actividad.
  • Aumento de la conciencia pública sobre los efectos negativos de las tácticas dilatorias maliciosas.

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